4. Oaxaca, Oaxaca
Oaxaca es un destino que brilla durante todo el año, pero en otoño e invierno tiene un encanto particular. Durante octubre y noviembre, la ciudad celebra una de las fiestas más importantes de México: el Día de Muertos. En Oaxaca, esta festividad se vive de manera única, con desfiles, altares monumentales y el famoso panteón de Xoxocotlán, donde las familias decoran las tumbas de sus seres queridos con flores, velas y ofrendas.
En invierno, Oaxaca sigue siendo un lugar perfecto para explorar su centro histórico, disfrutar de su gastronomía (mole, tlayudas, mezcal) y visitar las playas cercanas como Mazunte o Zipolite, donde las temperaturas son más agradables.
5. Creel y las Barrancas del Cobre, Chihuahua
Si eres amante de la aventura y los paisajes naturales, no puedes dejar de visitar Creel y las imponentes Barrancas del Cobre. Durante los meses de invierno, estas barrancas ofrecen un espectáculo visual único, ya que muchas de sus áreas se cubren de nieve, creando un contraste increíble con el verde de los bosques de pino y el rojo de las formaciones rocosas.
El famoso tren El Chepe recorre la región, permitiéndote admirar los paisajes desde la comodidad de tu asiento. Además, en esta época, puedes realizar actividades como senderismo, ciclismo de montaña y paseos a caballo.
6. Tulum, Quintana Roo
Para quienes prefieren escapar del frío, Tulum es una excelente opción. Este destino caribeño es perfecto para disfrutar de sus playas de arena blanca y el mar turquesa, incluso durante los meses más frescos del año. Además, en invierno, las temperaturas son más suaves, lo que hace que sea más agradable explorar sus ruinas mayas, nadar en cenotes o disfrutar de un retiro de bienestar en alguna de las eco-casas que abundan en la zona.