1. Pátzcuaro, Michoacán
Uno de los lugares más icónicos para celebrar el Día de Muertos es Pátzcuaro. Ubicada a orillas del lago que lleva el mismo nombre, esta pequeña ciudad es famosa por su conmovedora ceremonia en el cementerio de la isla de Janitzio. En la noche del 1 de noviembre, las familias adornan las tumbas con velas, flores y ofrendas mientras pasan la noche recordando a sus difuntos. El lago se ilumina con la luz de las velas y el ambiente es verdaderamente mágico, lleno de respeto y devoción.
2. Oaxaca de Juárez, Oaxaca
Oaxaca es conocida por sus vibrantes celebraciones del Día de Muertos. Aquí, las calles del centro histórico se llenan de coloridos altares y música tradicional. Los cementerios, como el de Xoxocotlán, se convierten en puntos de encuentro para las familias que decoran las tumbas de sus seres queridos con ofrendas y cempasúchil. Además, Oaxaca ofrece una rica gastronomía relacionada con esta festividad, como el delicioso pan de muerto, mole y chocolate oaxaqueño. Los desfiles callejeros y los espectáculos de arte y danza añaden un toque festivo a esta solemne celebración.
3. Ciudad de México
La capital del país se ha convertido en un referente para la celebración del Día de Muertos. El Desfile Internacional del Día de Muertos es una de las atracciones más esperadas, donde miles de personas se reúnen en las principales avenidas para disfrutar de carrozas temáticas, catrinas gigantes y danzantes. Además, el Zócalo se transforma con enormes ofrendas y altares que representan las distintas regiones del país. También se llevan a cabo otros eventos relacionados a esta celebración, tales como el Desfile Monumental de Alebrijes y la tradicional obra de La Llorona de Xochimilco.
4. San Andrés Mixquic, Ciudad de México
San Andrés Mixquic es un barrio al sur de la Ciudad de México que mantiene vivas las tradiciones más antiguas del Día de Muertos. Aquí, el cementerio se convierte en el epicentro de la celebración, donde las familias pasan la noche del 1 de noviembre velando a sus muertos entre velas, flores y música. La tradición en Mixquic es sumamente auténtica y espiritual, lo que la convierte en una experiencia única para los viajeros que buscan un acercamiento más íntimo a la festividad.
5. San Miguel de Allende, Guanajuato
San Miguel de Allende combina su ya de por sí pintoresca atmósfera colonial con la vibrante celebración del Día de Muertos. Las calles empedradas se llenan de altares, procesiones y comparsas donde la música y las danzas tradicionales juegan un papel central. Uno de los eventos más destacados es la Procesión de las Ánimas, donde los locales y visitantes participan disfrazados de calaveras y catrinas mientras recorren el centro histórico. Además, las ofrendas monumentales y los altares se pueden apreciar en plazas y espacios públicos, lo que convierte a San Miguel en uno de los destinos más bellos y artísticos para esta celebración.