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La cocina prehispánica de nuestro país no es solo herencia de nuestros antepasados, sino que es cultura viva mexicana; ha pasado por todo un proceso de desarrollo y adaptación hasta convertirse en la comida que tanto nos gusta hoy en día.
Ciertos alimentos todavía aparecen en nuestras mesas todos los días, en algunos casos para marcar eventos importantes y conectarnos con nuestro pasado. Aunque muchas de las recetas han ido cambiando y evolucionando, sus raíces siguen siendo fuertes.
La dieta de los mexicanos prehispánicos está muy bien documentada, especialmente aquella cocina del centro del estado mexica y los mayas de la península de Yucatán. Esta se caracterizaba por el uso de los ingredientes que nos brinda la naturaleza, y creían que cada uno de sus productos era el complemento nutricional perfecto para su día a día y estar más saludable.
Muchos de los ingredientes que utilizaban nuestros antepasados, se pueden encontrar en nuestra despensa o refrigerador hoy en día, como el maíz, pimientos, calabazas, frijoles, tomates, cochinilla, agave, capulina, zapotes y otros quelites, insectos y algunos animales como pavos y patos.
Algo más que debemos recalcar del arte culinario prehispánico, son sus bebidas. Se creía que muchas de ellas nos conectaban con la madre tierra y algunos de sus dioses, y eran mayormente utilizadas de manera ceremonial, para purificar nuestras almas y generar un despertar espiritual. Si te interesa saber más sobre bebidas prehispánicas que aún bebemos hoy en día, te invitamos a leer nuestra guía al respecto, que puedes encontrar en nuestro perfil.